Somos Pizzi y Cato y hemos ayudado a escribir un libro muy chulo y musical, para niños a partir de 7 años: se titula "LAS CUERDAS"

En el libro, Contrabajo, Chelo, Viola y Violín te cuentan cómo son, de dónde vienen, como suenan y mucho más. Nosotros te enseñamos cómo se cuidan, dónde tienen el alma, quién las cura... buscamos un tesoro... y hacemos este blog.

lunes

Oh, blanca Navidad... que nos alegra el corazón

 
Cato estaba hecho un lío con el árbol de Navidad y me estaba poniendo la cabeza como un tambor.

- Me gustaría un abeto de verdad, Pizzi, pero me da mucha pena que se ponga pachucho con la calefacción  o se muera de melancolía por estar encerrado en nuestra casa,  lejos de sus amigos. Oh, es horrible. No sé qué hacer...

-Pues adornamos un árbol artificial y ya está.

-Ya, Pizzi, pero es que quiero que huela a abeto, que cuando lo mires sueñes con renos, que…

- Cato me estás volviendo majara con tanta indecisión, hagamos una “tormenta de cerebros”  (que consiste en que cada uno aporta varias soluciones al problema).

Después de muchas ideas descabelladas, decidimos que lo mejor era adornar un abeto de la montaña y celebrar  allí nuestra Fiesta de Navidad.

Clica encima de la foto para ampliar)
 
Cansados, pero felices dormimos como una boa constrictor después de comer.
Aquella noche nevó sin parar. Salimos temprano de casa para arreglar los adornos y poner los regalos debajo de nuestro maravilloso árbol,  pero…
-¡Oh, no, qué desastre!
Todo lo que quedaba a la vista de nuestro abeto era la estrella colgando de un hilo. Y nuestros amigos llegarían al mediodía...
-Esto va a ser una caca de Fiesta, se lamentó Cato, tirándose bolas de nieve en la cabeza de lo enfadado que estaba.
Pero cuando se trata de pasarlo bien, no hay que lamentarse, sino poner remedio. 
Así que, mandamos un wasap a Núria y Tesa para que nos ayudaran a preparar la Fiesta:
“SOS, os necesitamos.  Top secret al resto de la pandilla. La Sorpresa se sirve fría”
Núria se encargo del pícnic navideño. Incluidos los dulces; y de convencer a nuestras amigas Las Cuerdas de que podían pasar un rato con nosotros si se abrigaban un poco antes de la actuación. 
 
(Para ampliar clica encima de la foto)


Tesa compró un árbol de broma en el chino de su barrio. Lo adornó con restos de Navidades pasadas y  un espumillón dorado, un poco hortera, pero que en la nieve relucía como el sol.

Benoît alquiló un camión pequeño. Trajo el piano de Mar y a nuestras amigas Las Cuerdas, además de unas cajas de vino, y dos quesos que olían a pies, pero que estaban de rechupete.
 
El resto del equipo de "Las Cuerdas" llegó en una furgoneta. Oscar iba probando la música enlatada que animaría la Fiesta.

Laura nos bailó un Kazachok que ya quisieran los bailarines del Bolshoi...

... mientras nuestros músicos: Lluna, Franco, Ricardo y también Núria  trataban de entonar a sus Cuerdas y afinarlas para el Concierto. Y Mar mimaba a su piano que tenía las teclas como cubitos de hielo.
Hasta nuestro abeto de broma, parecía vivo y olía a abeto, contagiado por el entorno, las risas y la música. ¡¡Ha sido la mejor Navidad de nuestra vida!!
 


Sí, ya sabemos que todavía no es Navidad, pero nosotros lo celebramos antes, porque nuestros amigos tienen familia y  compromisos esos días.

Y porque el equipo  de “Las Cuerdas” te quiere desear, antes que desconectes del cole y te líes a jugar con tus regalos, unas ¡Felices Fiestas!

Ah, y hablando de regalos, si todavía no tienes  “Las Cuerdas” con su CD o quieres regalárselo a un amigo, no te prives y pídelo a Noel, al Tío, a los Reyes Magos o a nosotros, ¡sin gastos de envío en Navidad!

Nota: si  te quieres entretener en saber algo más de nuestros amigos de la foto final clica AQUÍ  y AQUÍ 

 


Instrumento de viento en un día de playa



La sorpresa que se va a llevar Cato cuando vea el vídeo que he elegido para vosotros. Me ha dicho:

- Pizzi, por favor, no seas rollazo y no les pongas algo que aburra a las ovejas, que bastante tienen con los deberes.

Lo que más me ha gustado del vídeo son los gestos del perro, que no se puede creer que su amigo sea tan…tan… ¿desahogado?

Muchos besos de Pizzi.

domingo

Una canción para recuperar el ritmo



Cuando estamos un poco aburridos o sin ritmo, Pizzi y yo nos ponemos este vídeo y le pedimos a  Núria o a Tesa que nos haga el Mahna, Mahna.

Es una buena manera de empezar la semana. Lo podéis cantar todos en clase y que el profe o la profe os haga el Mahna, Mahna.

¡Feliz semana!




viernes

En busca del Tesoro. Pista 5. La Muralla China



Si quieres recordar las pistas anteriores, clica en... 


Estábamos atrapados en aquella gruta marina. Cuando el agua me rozó los pies, cerré los ojos dispuesto a despedirme del mundo, del queso, de las galletas de perro, de la música, de mi única familia…

-Adiós hermanito, siempre te querré…

-Cato, ¡por nuestra madre, abre los ojos y mira eso!

A la altura de mi oreja una hormiga gigante con un casco de obras en la cabeza empezó a cantar:

Cinco lobitos tiene la loba,

blancos y negros,

detrás de la escoba…

…mientras tropecientas mil hormigas más venían hacía nosotros sobre un puente colgante de algas que habían construido a la velocidad de la luz.

La hormiga jefe nos depositó con sus pinzas sobre una especie de trono. A un movimiento de sus antenas, las tropecientas mil hormigas, entonando cual coro de cosacos los cinco lobitos, nos dejaron sanos y salvos en el exterior.

¡Qué locura! El exterior ya no era el mar, sino China, y las tropecientas mil hormigas transportadoras se habían convertido en unos cuantos lobos que aullaban y reían a nuestro alrededor, bailando como los caníbales de los tebeos cuando cuecen a los exploradores en la olla.

-Pizzi, no sé si estos lobos tan simpáticos comen ratones, pero ¿y si nos vamos ahora que están distraídos?

Nos disponíamos a descender del trono, cuando empezó a sonar un dúo de viola y violín.

Los lobos dejaron de aullar y, haciendo una gran reverencia, agarraron el palanquín con nosotros a bordo como marajás y enfilaron La Muralla China al ritmo de la música. Moviendo suavemente la cola con mucha gracia.
-Uno, dos…

-¿Llevas el compás, Pizzi?

- No, Cato, cuento los lobos, son cinco… Seguro que estamos en la pista 5. Así que relájate,  ellos siguen el sonido de la música y nosotros también.

-La música es chula, Pizzi, pero yo tengo hambre... y no se ve el final de esta muralla.

- Porque tiene 8.851,8 kilómetros, una pasada.

Iba a llamarle de todo al pedazo de muralla que debíamos atravesar, cuando un lobo asomó el hocico y me dijo señalándome con una de sus patas.

-Tú tenel hamble. Yo tlael galletas de pelo para ti. Yo sabel que tú gustal.
En unos minutos, apareció el lobito con una bandeja de nuestras galletas de perro favoritas.
Comimos. Cerramos los ojos. La viola y el violín seguían conversando. ¡Qué música más aventurera! Y mecidos por la melodía y por el balanceo de nuestros porteadores nos dispusimos a disfrutar del viaje.  

El tesoro estaba cerca, y por una vez no había peligro.  

-Yo querel más galletas de pelo… y taquitos de queso- grité por encima de la música.

- ¡Malchando una de galletas de pelo con queso!

-Ja, ja, ja, esto de buscar tesoros me empieza a gustal 

(Continuará)

jueves

Vuelta al Cole y la medusa pesadita


Hola, amigas y amigos, aquí nos tenéis de nuevo, estrenando curso camino del cole

Os preguntaréis qué hacen unos ratones musicales en el cole, pues lo mismo que vosotros: aprender, jugar y hacer amigos.

¿Os quedáis a comer?  

Nosotros sí. En nuestro menú hay frutas, verduras, semillas, queso, a veces un poco de leche y como exquisitez, galletas para perros.
-Sí, qué pasa, nos chiflan. 

Hoy tenemos clases de canto, y Cato ha estado calentando la voz desde que se ha levantado. Porque no quiere que nuestro profe se vuelva a poner tapones de plastilina cuando nos toca cantar a nosotros.

-Pues a mí me suena a música celestial, Pizzi

-Ya, Cato, pero es que tú no tienes oído, sólo tienes orejas,  y desafinas más que yo.

-La cucaracha, la cucaracha, ya no puede caminar…, porque le faltan, porque no tiene las dos patitas de atrás… La cuca…

-Cato, por favor, calla antes de que empiece a llover.

Brurrum, burrum, burrum trum (sonido de trueno)
 
-Oh, no demasiado tarde. Cato, corre que nos empapamos.

-Yo no- dice el gato del tejado.
¿Qué tal las vacaciones?

Nosotros hemos comido muchos helados, hemos ido a algún Concierto, al cine… a la playa… Y hablando de playa, qué risa…

-No, esa foto no quiero que la enseñes en el blog,  Pizzi,

-Pero sí es muy divertida, Cato, nos reímos mucho, y estás muy guapo.

 
- Se me ve la barriga…muy grande.

-Ah, es por eso, pero tu amiga la medusa te da un toque exótico.
-Que pesadita se puso, eh, Pizzi.

Sí, amigos, la medusa se pegó a la cabeza de Cato, y le abrazaba las orejas con sus patas y lloraba a mares cuando le decíamos que tenía que volver al océano, que no era plan ir por ahí de sombrero de un ratón. Pero no quería irse...

...hasta que un día, Cato se puso a cantar:

Dónde están las llaves,
matarile, rile, rile.
Dónde están las llaves,
matarile, rile, ron, chimpón.

En el fondo del mar,
matarile, rile, rile...

¿Quién irá a buscarlas?...
 
 

-Yo, yo, gritó la medusa dando un salto desde la cabeza de Cato, corriendo a velocidad de guepardo por la playa.
Y así fue como la inseparable amiga de verano de mi hermano,  desapareció para siempre en el fondo del mar, matarile, rile, rile...chimpón.
 
 Y es que hay cosas que Cato consigue sólo con cantar.
Os dejamos ya, que empiezan las clases. Pronto retomaremos las pistas de “En busca del Tesoro”

Pasadlo de cine, y feliz curso.
Besos de Cato  y de Pizzi

domingo

Orquestas de Venezuela: Tocar y Luchar




Al maestro José Antonio Abreu se le ocurrió en 1975 crear un método de enseñanza musical que se conoce como el Sistema Abreu, y que hoy ha conseguido que 400.000 mil niños y jóvenes venezolanos, de los barrios más pobres, tengan no sólo una vida digna sino muchos de ellos una brillante carrera musical.

Este año han sido invitados al Festival de Salzburgo, donde han asombrado y encandilado al público y al resto de participantes. 
Cato y yo nos hemos emocionado viendo este vídeo donde nos cuentan este proyecto maravilloso, aunque Cato a veces se perdía con los subtítulos.

No importa que no lo entendáis todo, lo que importa es la música y lo que estos chicos han conseguido.

¡Seguid disfrutando del verano!

Besos, de Pizzi y Cato

jueves

Muchas gracias a todos ¡Os debemos una!


 
Oscar Delgado


Nuestro técnico de sonido, y gran músico. Con sus súper oídos ha afinado cada nota del CD de “Las Cuerdas”. Es muy rockero, lo puedes ver tocar la guitarra con su grupo Cloverace  si clicas  AQUÍ
 
 
Laura Imbert-Bouchard 
Violinista y una gran bailarina. Y también  filóloga. Ella nos ha corregido y ordenado cada punto y coma de nuestro texto. Le encanta tocar canciones y músicas populares.
 

Benoît Valée 
Estudió percusión clásica. Siempre está cantando e inventando melodías.  Ha compuesto el tema para violín y contrabajo y la melodía del vals para viola y piano. A Benoît le chifla el queso, sobre todo el gruyere. ¿Será porque es francés? 
 
¡Muchísimas gracias, amigos, por aportar vuestro talento y entrega incondicional a esta aventura!
 
Sí, ya sé que de agradecimientos no se vive, y que no os importaría que os pagáramos, pero chicas, chicos, eso, de momento está crudo. Ya sabéis el chiste:
 
-Soy artista
-Ah, sí, y ¿en qué bar trabajas?

 

Clicando AQUÍ podéis ir al post donde os presentamos al resto del equipo, los seis músicos que han logrado que nuestro libro, además, suene, y muy bien, por cierto.  

 

El Ojo Clínico de Pizzi y Cato: "Melancólico sueño de Robot"


Hola, amigos, inauguramos "El Ojo Clínico de Pizzi y Cato" donde pondremos nuestros vídeos favoritos, os recomendaremos alguna peli, libro, obra de teatro… y lo que se nos vaya ocurriendo sobre la marcha.

Os preguntaréis que hago yo con este cuerpo cibernético, que parezco  RoboCocRatón

Primero, me apetecía verme cachas. ¿A qué estoy guapo? Segundo,  el corto de animación de hoy va de un robot que…

Cato, no cuentes de qué va el vídeo!

-Ah, claro, Pizzi, que primero lo tienen que ver. ¡Que despiste!


-Y probar las palomitas que acabo de hacer. Ahí va tu ración, Cato.
- Gracias, Pizzi. Y ahora vamos a ver el…
“Melancólico sueño de un Robot”
- Pizzi, ¿y por qué sube la planta a la montaña y no la deja donde está?
- Porque el mundo de allá abajo está contaminado, destruido. La planta hubiera muerto. En cambio, con su esfuerzo, ha conseguido que crezca y se convierta en un frondoso árbol.
-¡Qué bonito! Se me ha caído una lagrimita
-Es que eres un romántico, Cato.

martes

¡Feliz día del Libro!

 
Esperamos que ya hayas pensado qué libro regalar o regalarte hoy. Como te puedes imaginar por la imagen, nosotros nos hemos gastado todos nuestros ahorros.

Yo he comprado rosas y Pizzi libros para los dos, porque nos encanta esa tradición catalana de intercambiar rosas y libros cada 23 de abril.

- Cato, por favor, ayúdame con los libros, que se me han dormido las patas delanteras, y además mi nariz se ha quedado atrapada entre tomo y lomo, ja, ja.

-Pizzi, no entiendo tus chistes. Porque era un chiste, ¿no? Te has reído…

-Déjalo, hermanito, y llama a Viola a ver si nos invita a merendar, que también he comprado un libro para ella.

Ilustraciones de Núria Rodríguez
 
Y aquí nos tienes, tan panchos, disfrutando de la lectura después de una merendola suculenta.

¿Sabes a qué huelen los libros? Porque imagino que también los hueles como nosotros, pues huelen a aventura, a diversión y a viajes.

¿Te lo vas a perder?

Hala, apaga la play, la tele, el ordenador…que hoy toca leer, oír el crujido de las páginas… y enviar a la imaginación y a todos los sentidos en pos de la aventura. 


Ah, y si todavía no tienes “LAS CUERDAS”, aprovecha hoy que hay descuento, por ser el Día del Libro. 

Lo puedes adquirir en las librerías que te mostramos en el lateral del blog o pidiéndolo por e-mail y te lo enviamos.

¡Un hurra por los libros! y muchos besos de tus amigos Pizzi y Cato.


Y por último, cuando tengas un momento tranquilo, mira este cortometraje que ganó un Oscar en 2012. Verás que libros más divertidos y geniales.

domingo

Oh, la, la la Primavera

Oh, ha llegado la primavera y no hemos puesto nada en el blog.
¡Qué sosainas estamos!
Habíamos pensado cantar una canción, Pizzi y yo, pero cantamos tan mal que, en el ensayo, el canario de de la vecina se ha desmayado tres veces del susto.
Así que he optado por la solución más fácil. He rebuscado por internet y he encontrado una cancioncilla primaveral que me gusta, porque es menos cursi de lo que suele ocurrir.
¿A qué estoy guapo tan primaveral?
Tesa dice que esta falda me disimula la barriga, pero se reía cuando lo estaba diciendo, así que creo que no me hace más delgado.
No importa, me sobran unos gramos, pero es que me gusta mucho el queso y…
...y ¿si para empezar a marcar cintura bailamos mientras estos peluditos cantan?
¡Vamos allá y feliz primavera!
 


 Vale, Pizzi, también podemos poner el que tú has elegido, más serio, pero muy chulo.


martes

En busca del Tesoro. Pista 3. La gruta encantada


En la pista 2 nos quedamos en el bote de remos de unos esqueletos piratas. Con Cato temblando, agarrado a mi cuello como una bufanda, y a las puertas de  una inquietante y ¿escalofriante...
...Gruta Encantada?
Entramos en el estrecho túnel de roca negra con apenas espacio para los remos. Los esqueletos piratas por fin dejan de hacer el tonto y se concentran en la navegación del bote.
 
Sólo se oye el chapoteo de los remos, plas, plas, plas y los suspiros de Cato, que parece más relajado, hasta que una extraña melodía de violonchelo y piano nos hace dar un salto.
 
A partir de ese instante, la cueva se ensancha y se lleno de haces de luz y sombras misteriosas.
 
Los 3 esqueletos dejan los remos, nos dan dos besos a cada uno, se lanzan al agua haciendo la bomba y desaparecen.
¡Tres esqueletos, claro, la pista 3! El tesoro está más cerca, Cato, anímate.

Nos quedamos solos. La música sigue sonando, y nuestro bote de remos se mece a su ritmo. Y... ¡no me lo puedo creer, Cato se queda dormido!

No me gusta nada lo que veo: la silueta de un calamar gigante a través del agua cristalina. De repente, un tentáculo plateado se abalanza sobre el bote con malas intenciones. Cato se despierta de golpe, agarra uno de los remos y le da un buen mandoble.

El calamar se sumerge  gimiendo como un perrillo asustado. Uy, Uy, Uy.

-No puedo más, estoy harto de tantos sustos.- grita Cato- A ver, el siguiente.
 

Ilustraciones de Núria Rodríguez
De la nada, aparecen unas sardinas vestidas con tutús de ballet que, apoyándose en sus colas, danzan al ritmo de la música alrededor de la barca.
Desde las rocas, unas conchas se abren y cierran mostrando el brillo de una perla. Y en un saliente, una orquesta de caballitos de mar sopla por unas caracolas emitiendo un sonido parecido a un murmullo.
Después de asistir a semejante espectáculo con los ojos como platos soperos, a Cato le da un ataque de risa.
-Cato, ¿estás bien? –le digo preocupado.
-Sí, Pizzi, estoy encantado. Esto es sólo un sueño. Es demasiado loco para ser verdad.
-No es un sueño, Cato. Estamos en una gruta encantada …
Una sombra nos cubre sin darme tiempo a acabar la frase.
Alzamos la vista y…
¡qué cosa más horrorosa! Un murciélago gigante con sus alas extendidas nos mira como sólo se mira a un exquisito manjar.
-¡Aaaaghgh! - Gritamos a la vez como dos siameses unidos por el terror.
 Aaaaghgh Aaaaghgh Aaaaghgh Aaaaghgh Aaaaghgh… nos contesta el eco.
(Continuara)